Perdimos, dice mi primo, refiriéndose a la derrota de la Selección Mexicana de futbol varonil (mayor). No generalices le digo, yo no perdí. A lo que él responde, parece que no fueras mexicano. Y desde cuándo ser mexicano significa, sentir que tú también pierdes cuando es derrotado el tricolor, le respondí.

Una cosa es la pasión, muy diferente es el amor a tu patria, el sentirte ahora sí, verdaderamente de México. Muchos se creen de este país sólo cuando hay futbol, el fervor aumenta cuando el marcador termina a favor de la Selección; no me extraña que por lo de ayer se la empiecen a chiflar y renieguen ahora sí, de sus nacionalidad.

Un partido de preparación, ¿para qué? Parte de los festejos del Bicentenario, dan lastima. La Selección Mexicana perdió ante la representativa de Ecuador, y vi en los ojos de mi primo, lo que veo en muchos otros cuando esto sucede (y vaya que seguido): Creen que los jugadores son héroes de la patria, los salvadores, los que van a cambiar las cosas con un gol, y si perdieron, todos hemos perdido.

De esta manera comienzan los festejos del Bicentenario, al menos con el primer espectáculo con audiencia masiva. Un espectáculo con un México derrotado, un equipo que tiene que jugar sabiendo del contexto en el que se encuentra, ante un estadio que bien pareciera estuvo a puerta cerrada, ojalá sea señal de que el mexicano ha entendido: ellos nada van a cambiar.

Todo es Bicentenario, desde las ferias del pueblo, hasta los torneos de futbol rápido de mi universidad; la palabra Bicentenario acá, Bicentenario en la elección de la chica más bonita, Bicentenario en los precios bajos, si, en los precios bajos de Aurrera, el colmo, poner productos al precio de veinte pesos con diez centavos para que quedara así: $20.10, o sea 2010.

Esta temporada el cine se llena de películas que manejan los temas de la Independencia de México y de la Revolución Mexicana. Largometrajes como, El Infierno, Hidalgo la verdadera historia, El atentado… son importantes de verlas y de analizar.

En Hidalgo nos presentan fielmente como fue el padre de la patria, según investigadores y escritos que se conservan. Un Hidalgo amante de las mujeres, de la diversión… información que no está incluida en ningún libro de texto. El atentado es de los creadores de Arráncame la Vida y promete buena producción y trama. Y rompiendo con el estilo de estas películas que de alguna manera exaltan a algún personaje importante de México o nos hacen sentir orgullosos de esta nación, llega, El Infierno del director Luis Estrada quien también realizó las películas La ley de Herodes y Mundo Maravilloso, antecesoras de este film que también maneja la crítica social.

El Infierno se antoja para romper con lo oficialmente establecido, un espejo del México actual donde gobierna el narcotráfico y la impunidad, donde “no haces lo que quieres sino lo que puedes hacer”. Un México de violencia, pobreza y desolación; al menos eso es lo que percibe el protagonista, quien después de probar suerte en el gabacho regresa a su tierra linda y querida. No nos hagamos, eso es lo que todos percibimos.

Como dice la pregunta incluida dentro de esta película…. ¿Hay algo que celebrar?